Las colas, que pusieron a prueba la paciencia de los automovilistas, llegaron a ser en algunos momentos de hasta cuatro kilómetros
La colisión de dos camiones en la A-55, a la altura del municipio pontevedrés de Porriño, provocó ayer un caos circulatorio en esta autovía. El aparatoso accidente causó retenciones kilométricas durante más de cinco horas que afectaron a los conductores que se dirigían a Vigo y que se prolongaron hasta las diez de la noche. Las colas, que pusieron a prueba la paciencia de los automovilistas, llegaron a ser en algunos momentos de hasta cuatro kilómetros. A pesar del colapso, el siniestro se saldó con un único herido de carácter leve.
El accidente se registró en torno a las cinco de la tarde. Un camión que se dirigía hacia Vigo, con matrícula 3625 BHL, colisionó por alcance con otro que iba delante (6326 CMX). La cabina del primer vehículo, que transportaba un gran bloque de piedra de granito, quedó totalmente destrozada, por lo que se dio aviso a los bomberos de la zona de Baixo Miño, Condado y Louriña para la excarcelación del conductor. Cuando llegaron allí otros automovilistas ya lo habían ayudado a salir. Con heridas leves, fue trasladado a un hospital por una ambulancia del 061.
Los trabajos de retirada de la cabina (y de su sustitución por otra), de apuntalamiento de la carga por parte de los bomberos y de limpieza de la calzada se prolongaron hasta las nueve de la noche. Los atascos se mantuvieron prácticamente hasta una hora después. A la zona acudieron además agentes de la Guardia Civil para regular el tráfico.
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