La iniciativa de compartir coche entre los 8.000 trabajadores continuará tras el éxito obtenido
Dos polígonos en Porriño, 8.000 trabajadores de toda el área metropolitana de Vigo y cero transporte público. La operación matemática no cuadra, aunque ha empezado a dar cifras positivas con la puesta en marcha de un plan de movilidad. El número mágico actual es 1378, estos son los kilos de CO2 ahorrados gracias al pionero programa para compartir coche. La iniciativa se puso en marcha a finales del pasado año y los resultados no pueden ser más alentadores: hay 200 usuarios dados de alta en la página web dispuestos a formar grupos para utilizar una de las doce rutas propuestas.
El estudio del proyecto, elaborado en la segunda mitad de 2010 por la Federación Galega de Parques Empresariales (Fegape) en colaboración con el Instituto Enerxético de Galicia, ha sido entregado a las 200 empresas participantes en la pionera iniciativa. Y es que el objetivo también es concienciar a las firmas de los parques de A Granxa y As Gándaras para que fomenten alternativas al coche particular. Por ejemplo: poniendo un transporte de empresa. Según este muestreo, tan solo existen dos casos que disponen de este servicio.
Otra de las opciones que tienen actualmente es el uso del autobús de la empresa privada ATSA, que presenta serias complicaciones. Los 4.000 empleados del área de As Gándaras deben quedarse en paradas que están en el perímetro exterior de la zona industrial, por lo que pueden quedar hasta a dos kilómetros de distancia de su puesto de trabajo.
Alternativas
En el caso de A Granxa, que también une A Guarda y la estación de autobuses de Vigo, las paradas se hacen a petición del viajero pero no entra a la zona de las naves, no existen marquesinas y tampoco hay señalización de los puntos de recogida de viajeros. Sin una conexión ferroviaria para personas en marcha y con un plan de metro ligero todavía por desarrollar, el panorama supone toda una invitación a que cada uno de los afectados acabe optando por utilizar su coche. Esta alternativa no solo supone un problema para el medio ambiente, también lo es para el tránsito de la ya colapsada A-55. Este vial, considerado un punto negro por la Dirección General de Tráfico, es el que pone sobre la mesa en primer lugar el caso de Porriño frente al de los polígonos de Pocomaco, Sete Ponteas y San Cibrao de As Viñas, que también han puesto en marcha sus particulares medidas para fomentar el uso racional de la energía.
Las conclusiones que se obtengan en todos estos casos podrían ser extensivas a los 40 parques aglutinados bajo la dirección de Santiago Gómara y David Sobral, presidente y secretario general respectivamente de la agrupación de parques a nivel gallego.
Objetivos
Ahora que parte de las propuestas han conseguido cumplirse, el estudio se marca nuevos retos, entre los que figura reducir un 25% el número de personas que usan su coche y aumentar el número de trabajadores que lo comparten. Además, a largo plazo esperan que estas propuestas logren una reducción de más de seis toneladas de CO2.
Entre otras cuestiones, también existe el planteamiento de crear puntos de recarga para vehículos eléctricos y promover cursos de conducción eficiente. |