La planificación en época de bonanza no se ajustó a las necesidades reales
Gran parte de los parques industriales promovidos por la Xunta de Galicia se encuentran completamente desolados. Mientras que A Coruña es la provincia que cuenta con más superficie, destinada a este uso, paralizada. Sirva de ejemplo que esta misma semana ha sido aplazada la construcción del polígono previsto en la provincia de Pontevedra en A Guarda-O Rosal. Días antes fue el turno del ideado en el Baixo Miño. En total, ambas superficies suman de 765.000 metros cuadrados que ahora han pasado al limbo hasta que lleguen "tiempos mejores", según la explicación dada por el Gobierno gallego.
La comunidad cuenta con 8,1 millones de metros cuadrados útiles de superficie empresarial promovida por el Ejecutivo autonómico y 1,9 millones de metros cuadrados todavía carecen de comprador. Es decir, uno de cada cuatro metros en la comunidad está inutilizado a la espera de que alguien quiera comprarlo y de que empresas opten por instalarse en ellos.
El estallido de la crisis ha mostrado que la planificación realizada en época de bonanza económica ha sido errónea y en ningún caso se ha ajustado a la demanda real de suelo. De hecho, en noviembre de 2007 el bipartito anunció un plan para poner en marcha veinte millones de metros cuadrados hasta el año 2015. En estos momentos, no hay quien quiera comprar los 1,9 millones de metros cuadrados que ya se encuentran disponibles en la comunidad. Baste como ejemplo que la Diputación de Pontevedra abrió el polígono de Barro-Meis el pasado 31 de marzo y que apenas ha vendido hasta estos momentos el 36% de las parcelas disponibles.
El volumen de recursos paralizado podría rondar los 146 millones de euros si se aplica el precio medio del metro cuadrado de suelo industrial, que en la comunidad autónoma asciende a 77 euros el metro.
A Coruña es la provincia con más superficie industrial paralizada. En total, se encuentra con que acumula 796.716 metros cuadrados que están repartidos en un total de 316 parcelas, según los datos proporcionados por la Consellería de Medio Ambiente.
La sigue en este capítulo la provincia de Ourense, que dispone de medio millón de metros cuadrados sin vender, repartidos tan solo en 73 parcelas de la provincia.
Por su parte, la provincia de Pontevedra cuenta con unos 417.000 metros cuadrados de suelo paralizados y las 106 parcelas, superando los 231.000 de Lugo en 173. En total, 668 parcelas están sin explotar.
Los planes expansivos para ganar metros cuadrados planteados hace apenas dos años y medio aparecen ahora como una quimera. Desde la Federación Galega de Parques Empresariais (Fegape) apuntan que las promociones previstas por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) "no van a arrancar en el corto plazo". Recientemente se conoció que la demanda en Vigo era nula, a pesar de la necesidad de este suelo por su elevado precio y las dificultades de financiación.
El Gobierno de la Xunta no quiere que la situación se repita y que la previsión de suelo empresarial no se ajuste a la demanda real. Para ello, ha decidido encargar un estudio que analice la situación actual -tanto de los polígonos existentes, en fase de construcción como los existentes en previsión- y proponga un plan sectorial.
Hace unos días, el Gobierno gallego sacó a concurso la elaboración del plan de reordenación de las áreas industriales de Galicia por 696.000 euros, que sustituirá al que dejó sobre la mesa el bipartito, cuando Teresa Táboas dirigía la Consellería de Vivenda. El delegado provincial en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, acusó esta semana al Ejecutivo de PSdeG y BNG de dejar una "herencia" de 80 millones que previa ingresar por la venta de parcelas que no se ha producido.
Ahora, la Xunta quiere encontrar una solución a los 1,9 millones de metros cuadrados que están sin vender. Por ello, el plan deberá tener "carácter supramunicipal" y establecer las "áreas estratégicas" de actuación en función de la demanda, para lo que incorporará un estudio de mercado. Una vez concluido, el plan realizado hace dos años y medio será papel mojado. |