La CEP afirma que la autovía se usa poco porque es cara
La autopista ya existente libre de peaje en vez de una nueva autovía "mucho más costosa y compleja de ejecutar". Es la solución de la patronal provincial para mejorar la conexión entre Vigo y Porriño y evitar así el paso por la peligrosa A-55, una reivindicación histórica. La Confederación de Empresarios (CEP) ya la puso en conocimiento, en su día, del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y tiene previsto retomar la propuesta próximamente ante la administración autonómica. "Seamos claros: el proyecto de la nueva autovía va a tener un coste espectacular, y si se llega a hacer no se va a terminar hasta dentro de 15 años", manifestó el presidente de la CEP, José Manuel Fernández Alvariño. El planteamiento sigue la estela del acuerdo plenario adoptado en su día por el Concello de Mos, en el que rechazaba las diez alternativas de trazado que proponía Fomento para la nueva autovía y pedía al ministerio la supresión del peaje a Porriño en su lugar. Los empresarios demandan ahora a la Xunta que negocie con Audasa un acuerdo económico similar al alcanzado para hacer gratuito el tramo Vigo-O Morrazo. "Fomento correría con el coste de pagar a la concesionaria los ingresos por los años que le quedan de concesión, y aún ahorraría cientos de millones para realizar otras inversiones más importantes", expone el responsable de la patronal, quien resume su planteamiento en una pregunta: "¿Para qué queremos una autopista que ahora se usa poco, una autovía buena y la mala autovía actual, cuando ya tenemos una buena autopista que podría tener más uso si es gratis?". Los Presupuestos Generales del Estado en 2007 recogen una partida de 50.000 euros para la nueva autovía, y otra igual para el año siguiente, mientras que en 2009 no se ha previsto consignación alguna. "Creo sinceramente que no se va a hacer", explica Alvariño. A la escasa financiación hasta ahora se une la complejidad de la obra, que discurriría bajo tierra en gran parte de su recorrido, y que en otros tramos obligaría a realizar expropiaciones. "Hay que ser imaginativos y optar por soluciones sencillas. Los beneficios de convertir el tramo en gratuito para los usuarios serían incalculables", agrega Fernández Alvariño, quien mantiene que la autopista Vigo-Porriño "se usa poco porque es cara". El coste del trayecto es de 1,10 euros, que sube a 1,80 y 2,40 en el caso de los camiones y autobuses, en función de su categoría. Los empresarios proponen a la Xunta que encargue un estudio sobre el coste de un acuerdo con Audasa para suprimir el peaje, y el que tendrá la construcción de la autovía. Asimismo, demandan un acceso directo al campus universitario, que linda con la autopista, otra vieja demanda de la patronal y la Universidad. |