El CTAG dirige el programa «e-Call» o llamada de emergencia, que evitará 25.000 muertes por accidente y será obligatorio en toda la UE en el 2010
El uso del teléfono móvil al volante es una de las primeras causas de sanción, retirada de puntos del carné de conducir y también de accidentes de tráfico. Pero existe otro tipo de llamada, posible gracias al desarrollo tecnológico de la automoción y de los sistemas de comunicación, que salvará muchas vidas a partir del 2010, fecha en la que la UE obligará a todos los fabricantes de coches implantar de serie el sistema de emergencia e-call, conocido como llamada automática de emergencia. El objetivo de Bruselas es que esta aplicación permita miles de vidas en toda Europa, -del orden de 2.500 vidas anuales en las carreteras españolas-.
En España, el grupo de trabajo e-Call está coordinado por el CTAG, Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, con sede en el polígono de A Granxa, en O Porriño. Los investigadores del centro han puesto en marcha una prueba piloto para testar el funcionamiento del sistema y analizar el comportamiento de los conductores y la aceptación de esta tecnología cuya eficacia depende en gran medida de la correcta comunicación de los 17 centros 112 españoles, ya que cada comunidad autónoma gestiona de manera independiente los servicios de emergencias.
Equipamiento de serie
El funcionamiento del e-Call es sencillo. Consiste en un dispositivo instalado en los vehículos por el que, en caso de accidente, los sensores (normalmente son los mismos que los instalados para el despliegue del airbag) iniciarán automáticamente una llamada al 112. Al mismo tiempo se enviará un conjunto mínimo de datos al operador del servicio 112 sobre el incidente, incluyendo la posición (coordenadas enviadas mediante señal de satélite), dirección en la que se encuentra el coche siniestrado, momento del accidente y tipo de vehículo.
La propia Comisión Europea ha marcado un plazo que expira el 31 de diciembre del 2009 para que los 27 países miembros elaboren sus propios reglamentos. En esas está España, a través del CTAG, ya que la intención de la UE es que e-Call sea definitivamente equipamiento de serie en los coche homologados en Europa, abaratando el coste de la implantación de este sistema.
El punto de partida de esta tecnología es simple: cuando se produce un accidente de carretera, la rapidez con la que se movilicen los servicios de urgencia es de importancia decisiva para salvar vidas o reducir las consecuencias de las lesiones. «En caso de urgencia, o incluso de colisión, el sistema e-Call puede reducir de forma espectacular el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia», explican los técnicos.
La llamada de emergencia puede ser activado manualmente por los ocupantes del vehículo, o bien automáticamente en caso de accidente grave gracias a sensores instalados en el vehículo. El sistema e-Call instalado en el vehículo establecerá una conexión de voz a través del número 112 con el correspondiente centro público de atención de llamadas de urgencia (PSAP, su acrónimo en inglés), enviando datos vitales. «Si el usuario estuviera abonado a un proveedor de servicios, también podría incluirse su dirección de Internet en la información enviada al PSAP para que este pueda proporcionarle información complementaria», aclaran los ingenieros de este sistema. |