Es la primera vez desde el 2006 que el Ministerio valora un tramo de la AP-9
Los conductores que circulaban por la autopista aquel martes, 23 de mayo del 2006, se llevaron una agradable sorpresa: no había que pagar peaje en A Barcala ni en el tramo Vigo-O Morrazo por el puente de Rande. Desde entonces, la supresión de más peajes se ha convertido en una especie de tema tabú. Cualquier propuesta de gratuidad en la arteria atlántica chocó con un muro de silencio y con la negativa a cifrar el importe de la medida. Ahora, Fomento ha aflojado algo la cuerda. Por vez primera desde el 2006, ha accedido a valorar el coste de suprimir el peaje en otro tramo de la AP-9 en la provincia. En concreto, acaba de cifrar en cinco millones por año el coste de la gratuidad del trayecto Puxeiros-Porriño.
La valoración en torno a la gratuidad de este tramo tiene su origen en la propuesta de vecinos de Mos, avalada por miembros del gobierno local, de evitar el impacto de las obras en las autovías A-52 y la A-55 para el nuevo acceso a Vigo a cambio de que el recorrido Puxeiros-Porriño de la AP-9 fuese gratuito. La senadora del PP Dolores Pan llevó el asunto a la Cámara Alta y ayer se hizo público el informe de Fomento con la valoración de la supresión del peaje. «La propuesta de utilizar la autopista AP-9 eliminando el peaje del tramo Puxeiros-Porriño tendría un coste aproximado de cinco millones de euros anuales en el 2009», asegura el ministerio en la respuesta a la senadora. Estos cinco millones no se mantendrían constantes a lo largo del tiempo. Según señala Fomento, esta cantidad variaría en años sucesivos «hasta el fin de la concesión» en el 2048 en función de la evolución del índice de precios al consumo IPC (variación de tarifas) y el tráfico.
El hecho de que Fomento haya valorado esta opción no significa ni muchos menos que vaya a adoptarla. De hecho, el departamento que dirige José Blanco sigue adelante con los proyectos, encargados el pasado mes de marzo con un plazo de año y medio, para dotar a Vigo de un nuevo acceso en túnel que elimine las peligrosas curvas del actual. La idea es construir 10,3 kilómetros con un trazado completamente nuevo, prácticamente recto y con características de autovía (una calzada de dos o tres carriles de 3,5 metros y arcenes exteriores de 2,5 metros). En la zona de Bembrive habrá un túnel de unos tres kilómetros de longitud y la carretera llegará hasta la zona de A Pastora. Será la nueva entrada a la ciudad. |