El alcalde aprovecha una visita de la conselleira de Benestar para pedir otro edificio en la zona de los polígonos
Lloran en la nueva guardería de Porriño. Cincuenta de los sesenta pequeños que pasarán allí sus horas se acostumbran como pueden a un edificio nuevo lleno de gallinas azules y pollitos de colores. Aunque ellos no lo crean, son unos afortunados. Representan a la minoría de menores de tres años de uno de los municipios más pujantes del interior que ha logrado una plaza de guardería.
Unos metros atrás, en la entrada, un listado de cinco folios pone nombre y apellidos a las 23 familias que no han tenido la misma fortuna y se han quedado a las puertas de lograr un hueco. No son los únicos en suspirar por un servicio que de sentido a esa manidas frases de «conciliación laboral». Según apuntó el alcalde, el nacionalista Raúl Francés, en el censo actual constan cerca de 850 menores de tres años. Y creciendo. El auge industrial de Porriño, sus buenas conexiones y otros muchos factores han favorecido que el boom de la natalidad sea realidad más que nunca. La cifra no era un simple dato, el regidor aprovechó la visita de la conselleira de Benestar, Beatriz Mato, para recuperar la repetida petición de construir una guardería en el área de los polígonos industriales de As Gándaras y A Granxa. Estas instalaciones serían las terceras del municipio, que cuenta con un centro para 60 niños en el poblado barrio de Torneiros. Ayer la comitiva aprovechó para visitar el edificio, en el que la Xunta se ha comprometido a realizar las reformas estructurales necesarias que provocaron su cierre antes del verano. Las obras, que estaban planteadas para el pasado mes de agosto, serán finalmente acometidas durante los días festivos de las actuales Festas do Cristo.
En el acto también se resaltó la ubicación de la guardería, en la calle Doantes de Sangue, próxima a los demás colegios y otras instalaciones del concello. Según apuntó Beatriz Mato, intentará que este modelo se exporte por toda Galicia, en coordinación con Educación. |