ENTIDAD
A GRANXA
COMISIÓN DELEGADA
LOCALIZACIÓN
EMPRESAS
PLANO POLÍGONO
EMPRESAS MIEMBRO
UTILIDADES
HEMEROTECA
ENLACES DE INTERÉS
CONTACTO
HEMEROTECA
25/08/2009 El conductor de la A-55 recorrió siete kilómetros en sentido contrario

Las tareas de rescate obligaron a cortar durante casi dos horas la autovía que comunica Vigo con Tui

«El non era de facer loucuras ao volante, igual foi un erro, aínda que pasaba por alí todos os días». Ni entre los vecinos del municipio pontevedrés de Mos ni entre los responsables de los servicios de emergencias existe una explicación para la muerte del joven M.F.L.F., de 21 años. Su último camino se perfiló en la A-55 desde la salida de Tui Norte y terminó siete kilómetros después. Siete kilómetros en dirección contraria. Su turismo recorría el asfalto en el camino de regreso a Vigo por unos carriles que se dirigen hacia la frontera con Portugal.

La situación provocó la alarma de numerosos usuarios, que sobre las ocho de la mañana del lunes circulaban por el transitado vial. Sus llamadas de alerta pusieron en marcha al personal del Subsector de Tráfico, que organizó un dispositivo especial para interceptar el Citroën ZX que estaba sembrando el peligro.

Antes de que lo pudieran localizar, el turismo llegaba a la altura de la gasolinera del polígono de A Granxa y chocaba frontalmente contra un Opel Corsa gris. Su ocupante, N.P.C., de 24 años, resultó herida grave. Esta vecina de Redondela, tras salir por su propio pie del coche, fue conducida a un centro hospitalario de Vigo. El joven infractor quedó atrapado en su vehículo, donde un equipo de bomberos del parque comarcal situado a pocos metros luchó por excarcelarlo, al tiempo que le practicaba los primeros auxilios. Sus trabajos fueron inútiles y a la llegada del personal del 061 se confirmó la muerte del joven.

Inexplicable

«Cuando llegamos estaba casi sin pulso, lo intentamos y no se pudo hacer nada», apuntaron desde el parque de la comarca de A Louriña. Una vez que el juez certificó su fallecimiento, los bomberos continuaron los trabajos de extracción del cuerpo, que quedó atrapado en el amasijo de hierros en el que se convirtió su vehículo tras el choque frontal. Los equipos de investigación de atestados del destacamento de Tráfico de Porriño iniciaron ayer las investigaciones para averiguar las causas que provocaron que el joven circulase en sentido contrario.

El mosense era habitual del vial, puesto que trabajaba en Tui y circulaba de modo habitual por la A-55 para regresar a su casa, en la parroquia de Pereiras. De momento se desconocen las causas del incidente, aunque el alcohol no parece estar vinculado a la motivación del joven para entrar en sentido contrario. «Era moi responsable, tivo que ser un despiste», apuntaban ayer conocidos del joven, huérfano de padre y que vivía con su madre y el resto de su familia en Mos, donde eran conocidos y muy queridos.

Las tareas de rescate y retirada de los vehículos, que resultaron gravemente dañados, obligaron a cortar la autovía en dirección a Tui durante casi dos horas. Hasta las 10.05 no se pudo restablecer por completo la circulación en ese tramo, por lo que se habilitaron vías adyacentes para el tránsito de los vehículos a la altura de los polígonos industriales de A Granxa y As Gándaras.

El mismo tramo del vial acumula ocho pilotos suicidas en los últimos 11 años

La línea recta en la que se convierte la A-55 a su paso por el área industrial de Porriño ya ha visto de todo, aunque lo de los coches circulando en sentido contrario es casi habitual. La misma zona del accidente de ayer fue escenario de otros ocho incidentes similares en los últimos once años.

A finales de la década de los noventa y comienzos del 2000, en las cercanías del polígono de As Gándaras Tráfico interceptó a cuatro conductores kamikazes. En este tiempo se registraron dos muertos, uno en el 2000 y los otros en el 2002. En este último caso se trataba de un obrero portugués que impactó con el coche infractor mientras acudía a su puesto de trabajo a las seis de la mañana. Desde entonces los titulares se han repetido.

Junio del 2005. El día 16 un todoterreno circula en sentido contrario y a 60 kilómetros por hora. El ocupante, borracho, provocó cuatro accidentes en un tramo de siete kilómetros. Como consecuencia de su temerario comportamiento se registraron tres heridos. Y es que en su paseo nocturno, el infractor no intentó en ningún momento evitar los coches que se cruzaba.

Abandono y huida

Apenas una semana después, el mismo escenario y diferente protagonista. Un hombre de 30 años y natural de Marín se estrellaba con otro coche mientras circulaba en sentido contrario. Cuando el otro accidentado, un obrero luso, se acercó al kamikaze, este emprendió la huida corriendo y dejó allí su vehículo y a su acompañante, que acababa de conocer esa misma noche.

Los casos de conducciones temerarias continúan hasta la actualidad. En el 2007 un hombre de 51 años y que triplicaba la tasa de alcohol en sangre permitida, recorrió casi diez kilómetros con su Opel Astra negro. El incidente, que tuvo lugar también de madrugada, no provocó heridos y a su protagonista, como en ocasiones anteriores, se le imputó un delito contra la seguridad del tráfico.

El listado se terminaba, hasta ayer, con el siniestro que en noviembre del 2008 terminó con dos heridos graves. Uno de ellos era un conductor ebrio que circulaba en dirección contraria y que, pasada la salida de Porriño, se estrelló con un usuario de la A-55, que también necesitó de atención hospitalaria.
www.lavozdegalicia.es/galicia/2009/08/25/0003_7927531.htm
 
<< volver a listado de noticias